febrero 2012 ~ Miguel Endrino

martes, 28 de febrero de 2012

Aceptando lo que somos


Esta es la tercera y (y última, por ahora) publicación sobre aspectos básicos de la teoría de la Terapia Gestalt. Esta vez explicaré brevemente cómo trabajamos e intruciré un elemento que nos diferencia de la mayoría de psicoterapias y en especial de la psicología clínica: la actitud que mantiene el terapeuta. Como siempre, espero que os guste.

A grandes rasgos la manera de trabajar sería la siguiente:
-Contactar con el “aquí y ahora”. Darnos cuenta de qué hacemos, sentimos y pensamos en relación a las situaciones que nos producen sufrimiento. Parece algo de lo más sencillo y sin embargo muchas veces no lo es. En muchas ocasiones nos cuesta asumir que estamos enfadados con alguien o creemos que haciendo o sintiendo algo vamos a romper nuestro autoconcepto. Es en esas situaciones que surge ese pensamiento de “yo no soy así”.

Trabajar con las partes “escondidas” de nuestra personalidad. Con esa “sombra” que nos empeñamos en ocultarnos a nosotros y a los demás y que sin embargo forma parte intrínseca de nosotros mismos, y que en ella misma esconde el potencial para un desarrollo total de la persona. Más allá de lo que nos gustaría ser, de lo creemos que tendríamos que ser y de lo que los otros esperan que seamos, nosotros somos lo que somos. La función de la terapia Gestalt es ayudar a desarrollar el potencial de cada uno, sacando a la luz el tesoro de la individualidad que llevamos dentro.

Hay una confianza implícita en la capacidad de la persona de que conforme vaya tomando cada vez más contacto con lo que hace, con lo que le gusta, con lo que siente y con lo que piensa, habrá una mayor libertad para elegir con conciencia. Una mayor posibilidad de cambio al abrirse ante él un mayor abanico de posibilidades. Y por último, una elección responsable: de todas las cosas que puedo hacer aquí y ahora, elijo hacer ésta.

La actitud del terapeuta

En la terapia Gestalt existe una actitud más de respeto por la enfermedad de la persona que un intento de efectuar cambios. El cliente no necesita otra persona más que le diga lo que tiene que hacer.  El terapeuta acepta a la persona tal como es. Esta forma de trabajar sería el llamado “acompañamiento” terapéutico

El terapeuta se centra para ello en estar presente en el aquí y ahora, con una actitud de apertura y aceptación de lo que surja. Podemos decir que pone las condiciones necesarias para que el cliente pueda poner en marcha y experimentar su “darse cuenta”.

¿Qué es el darse cuenta? Es una forma de vivenciar. Es el proceso de prestar atención, estando en contacto con la situación o necesidad más importante que surja en el momento actual e igual de importante, qué sentimos, que reacción nos despierta y cómo hacemos frente a esa necesidad  o situación.

 Desde la terapia Gestalt se cree firmemente que la relación por sí misma es curativa. El terapeuta ofrece confianza, respeto y aceptación. Es la propia persona, que sintiéndose aceptada y respetada, podrá  empezar desde el primer momento a recuperar su propio respeto y aceptación  y, desde ahí, empezar a realizar cambios en su manera de relacionarse.

martes, 14 de febrero de 2012

¡Yo no soy neurótico!


El concepto de enfermedad y la neurosis, la visión gestáltica.
Todas las teorías que tratan de la salud y la enfermedad tienen su propia definición sobre ellas.

Para Fritz Perls -creador del método gestáltico-  la enfermedad mental era la consecuencia directa de un alto grado de neurosis ¿Neurosis? ¿Qué es eso? Primero decir que en mayor o menor medida  todos somos neuróticos. Todos somos individuos que se desarrollan en una sociedad, para nosotros son de gran importancia las relaciones, y sin ellas, seguramente no sobreviviríamos. Es en este plano donde aparece la neurosis, en la frontera de contacto entre nosotros mismos y los demás, cuando se produce un conflicto aparentemente irresoluble entre la necesidad real que percibimos en nosotros mismos y lo que creemos que nos demanda el entorno.

Un ejemplo sencillo para ilustrar lo anterior:

Víctor es un enamorado de la música coral. Después de meses de ensayos finalmente va a realizar su primer recital. El auditorio está lleno, familia y amigos han venido a verlo. Todo está listo para el gran estreno. Por fin el ansiado día ha llegado. De inicio todo va perfecto: el sonido, la compenetración de los cantantes… Pero a Víctor con las prisas se le ha olvidado ir al lavabo antes de la actuación. Al principio es sólo una molestia sin importancia, pero con el paso del tiempo la urgencia es cada vez mayor. Víctor se siente en una disyuntiva: salir disimuladamente del coro e ir al lavabo… seguramente le verán abandonar el escenario y pasará una enorme vergüenza frente al público, frente a sus amigos y familiares o por el contrario quedarse y llegar hasta el intermedio, sufriendo un cada vez más evidente baile. Víctor quiere ir al lavabo pero no se decide; finalmente decide quedarse en el escenario. El resultado es que algo que inicialmente iba a ser una bonita velada se convierte en una tortura. No hay satisfacción y tampoco se puede concentrar en cantar. Víctor siente que su actuación es bastante mala pero no sabe cómo puede resolver esa situación.

Este ejemplo muy sencillo nos serviría como una de las posibles definiciones del concepto de neurosis. En este caso la persona ha dado prioridad a la convención social –quedar bien en este caso- frente a una necesidad real propia. Esta situación puede resultar hasta cierto punto banal, pero si la extrapolamos a decisiones más importantes en las que se vean incluidas pareja, familia, hijos, salud, trabajo o amigos, puede llevarnos a graves desequilibrios.

Si escuchamos a nuestro juez interior y sus”deberías” y nos negamos a escuchar nuestras necesidades reales, perpeturaremos un estado de insatisfacción continua, ya que todos nuestros actos estarán encaminados a aplacar una exigencia que poco o nada tiene que ver con la necesidad original  . La terapia Gestalt funciona como una manera de que se han ido formando a lo largo de nuestra vida. El trabajo consiste en ir poco a poco revisando esas actitudes o formas de comportarnos en el día a día. Vivenciar de qué manera respondemos ante las demandas externas: ¿Hacemos realmente lo que queremos hacer o por el contrario nos dejamos llevar por lo que nos dicen los otros?, ¿o por lo que creemos que quieren los otros? y con el tiempo vamos acumulando más y más frustración, cada vez más metidos en una vida que no nos gusta, con la sensación de que el tiempo se acaba…

jueves, 9 de febrero de 2012

¿Gestalt? ¿Qué es eso?

El término Gestalt proviene del alemán y admite varias traducciones posibles entre ellas forma, estructura o creación.

La terapia Gestalt se puede incluir dentro de las psicoterapias humanistas que aparecieron en Europa y EEUU después dela Segunda GuerraMundial y que recuperaban el aspecto positivo de la visión de la persona, contemplando la posibilidad de un cambio en ésta basado en asumir la responsabilidad de la propia vida, tratando al individuo como una unidad, como un todo. Dichas terapias ponían énfasis en la relación, tanto de la persona consigo misma como con el entorno y en los conflictos que se originan en dicha relación. Son una respuesta, una visión diferente y más esperanzada en las posibilidades de la persona que las psicoterapias dominantes durante la época anterior, entre ellas, de las más conocidas, el psicoanálisis.

Todas las psicoterapias humanistas tienen en común la confianza en la persona como agente activo en su salud. Se cree en el potencial de la persona para evolucionar, se confía en que la persona tiene sus propias respuestas para resolver sus problemas. No hay una respuesta única a los problemas presentados, sino que cada persona tiene su propio camino, toma sus propias decisiones y se responsabiliza de su propia vida.

La Terapia Gestaltaparece de la mano de Fritz Perls, Médico psiquiatra alemán, a mediados del siglo XX. Perls poseía una enorme habilidad para sintetizar y utilizar para su trabajo terapéutico técnicas de diferentes modalidades que considerara útiles o interesantes. Así que la terapia Gestalt., en su inicio, recibe influencias del psicoanálisis (en el que Perls estaba formado), del teatro, el psicodrama, la filosofía existencialista, la psicología de la percepción alemana de los años 40 y más tarde del Zen y tradiciones chamánicas. Todo ello conforma una nueva manera de hacer terapia donde tanto el cliente como el terapeuta participan activamente y donde el  aquí y ahora toma el papel principal, donde el cómo hago las cosas y el para qué las hago toman más importancia que el por qué.

La Terapia Gestalt en la actualidad
 Con el paso de los años se ha ido enriqueciendo con las aportaciones de los profesionales que han ido dejando su experiencia en ella. Podemos decir que ha llegado a una cierta madurez, donde la experimentación (sobre todo en los años 60) ha dado lugar a un mayor cuerpo teórico.

 Durante muchos años se ha utilizado con gran asiduidad una frase de Perls que decía que “la terapia Gestalt era demasiado beneficiosa para limitarla a los enfermos”. Creo en esa afirmación y mi propia experiencia está de acuerdo con ella, ya que la terapia Gestalt es también una herramienta potente para el autoconocimento y la mejora del bienestar personal, y nos dota de herramientas para afrontar los obstáculos de la vida así como  formas de mejorar nuestras relaciones. Pero sobre todo, a lo largo de los años, creo que se ha producido un avance en la efectividad de la terapia frente a todo tipo de enfermedades (depresiones, fobias, trastornos obsesivos…) y ha empezado a cobrar una gran presencia y relevancia en los mundos de la pedagogía y la educación, a todos los niveles.